Aquí va el vídeo-resumen del sexto proyecto, junto con el análisis y las conclusiones. ¡Espero que os guste!
(Está separado en dos partes ya que el programa de grabación de pantalla tiene un límite de tiempo ;-) )
¡Parece mentira que este haya sido el último proyecto del año! ¡El tiempo ha pasado volando! Pero si echo lo vista atrás siento que he aprendido mucho este cuatrimestre y que, comparando la experiencia que tenía a principio de curso acerca de lo que es traducir con la que tengo ahora, puedo decir que el avance ha sido muy satisfactorio. Aquí va el vídeo-resumen del sexto proyecto, junto con el análisis y las conclusiones. ¡Espero que os guste! (Está separado en dos partes ya que el programa de grabación de pantalla tiene un límite de tiempo ;-) )
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Otro proyecto acabado con éxito. Sin duda, con el que mejor me lo he pasado. El mismo día que el encargo salió publicado en Moodle me puse a buscar referencias de James Dean por la red. ¡Traducción literaria! ¡Y además de una obra de teatro! La emoción estaba por las nubes, pero ¿seríamos capaces de estar a la altura? Nos dividimos el trabajo de la siguiente forma: los tres personajes que aparecían en la obra los traducirían tres personas distintas (entre ellas, a mí me tocó la parte de Jamie), y la cuarta persona se dedicaría a encontrar el mayor número de referencias culturales que aparecieran a lo largo del texto (que no eran pocas). No obstante, ya que la obra debía guardar una cohesión, aparte de la última revisión que realizaría el mismo integrante que había buscado los referentes culturales, nos obligamos a leer todo la pieza fuera cual fuera la parte que nos había tocado traducir. Asimismo, yo también saldé la cuenta pendiente que tenía con las películas del rebelde sin causa y me vi Al este del edén en versión original. Una vez que me puse manos a la obra comenzaron a surgir algunos contratiempos. Lo que podía parecer fácil a primera vista, como reflejar el habla coloquial de los personajes, luego en la práctica no lo fue tanto. Siempre quedaba la duda de saber si el tono se estaba acercando demasiado al registro vulgar. Por ejemplo, con las contracciones tan corrientes que se dan en inglés “Ya think?” que no tienen un equivalente en castellano (con la excepción quizás que incluimos de “p’al norte” y parecidos), pero que hay que compensar por medio de otros mecanismos, como puede ser una sintaxis más relajada (“va y me dice…”). Pero sin duda la dificultad más notable fue la de tratar de hacer las referencias culturales más accesibles al público meta. Cuando Lizzie menciona que parecía que su ex estaba abriendo un Montain Dew, es obvio que el público en español no va a captar la referencia a una bebida que gozó de popularidad en los EE. UU., por tanto, para lograr el mismo efecto hay que buscar un sustituto que sí exista en nuestra cultura, sin que se pierdan las connotaciones del original. Así pues, 7up o Sprite resultan unas buenas alternativas a este problema. En otro caso, cuando Jamie le recrimina a Johnnie su insistencia por insinuar ciertas tendencias de su ídolo cinematográfico, James Dean, aquel menciona que son solo rumores que salen a la luz en programas basura como Hard Copy, Inside Edition, en el que se especula sobre las muertes de personajes famosos. En España difícilmente se podría entender esta alusión, por lo que era necesario cambiarlo por otro programa americano (el Sálvame o el Tomate no valían) que sí se emitiera en nuestro país. Por tanto, decidí cambiarlo por Crímenes Imperfectos, que a día de hoy se sigue emitiendo a nivel nacional por las mañanas. Por no hablar de todas las películas que se citan directa e indirectamente en la obra. Incluso con el gran documento de referencias que había preparado nuestra compañera para que nos guiáramos, al ir traduciendo iban apareciendo cada vez más. Con todo, a pesar de las complicaciones, supimos guardar la esencia de la pieza teatral y el resultado fue muy satisfactorio. Como guinda al pastel, nos propusimos grabar para el porfolio este vídeo en el que actuamos un pequeño fragmento de la obra que tradujimos. La parte cuando los dos amigos, Jamie y Johnnie conocen a la estrambótica Lizzie. Como suele afirmar nuestro profesor y también comentó Alejandro Lapeña en su conferencia del Eneti, no hay nada parecido a ver en vivo y en directo algo que ha salido de nuestro puño y tecla (aunque sea traducido). Y creo que yo también puedo decir lo mismo una vez visto el resultado. Al vídeo que nos pasó la compañera que grababa le he añadido unos retoces “made in Asier” antes de subirlo. Un consejo: ya que el volumen del vídeo es un poco bajo, mejor poner el del ordenador a todo trapo. ¡De aquí a Cannes! ;-) El que ha sido el proyecto más extenso del todo el cuatrimestre ha llegado a su fin. ¡Creo que nunca antes había leído tan conciencia un manual de instrucciones! Así pues, se trataba de localizar una guía de usuario de la marca de tecnología china por excelencia, Huawei. En este proyecto, más que la propia traducción, lo que más se ha tenido en cuenta ha sido el proceso. Para ello, había que establecer unos roles en el grupo: revisor, traductor, jefe de proyecto, etc. De esta forma, se ha intentado simular el trabajo de un traductor en plantilla. En mi caso, me correspondió el papel de jefe de proyecto, por lo que me he tenido que hacer cargo de varias tareas (algunas de ellas no directamente relacionadas con la labor de jefe de proyecto):
Después de la metedura de pata en el anterior proyecto, sabíamos que la revisión tenía ser impoluta esta vez. De ahí la importancia que le concedimos a esta tarea en las distintas fases. Pese a todo, comprobamos (como también hemos aprendido en la asignatura de Edición y Revisión de textos) que cuatro, ocho o diez ojos nunca son suficientes para detectar errores. Entre todas las tareas que he tenido que llevar a cabo, he de decir que me he sentido a gusto determinando las fechas de entrega propias, aunque mis compañeros de grupo también me lo han puesto muy fácil. Quizá con lo que más cómodo me he sentido ha sido con la revisión del jefe de proyecto (con control de cambios), antes del envío final. Fue un poco controvertida mi decisión de cambiar *páginas web por páginas webs, pero según la Fundéu es esta última opción la correcta. Y ya se sabe que con argumentos sólidos es más fácil ganar la batalla ;-) En cambio, la tarea más tediosa fue sin duda la alineación de un texto paralelo que encontramos en la página web de Huawei en español. Fue aburrido y cansado, pero no precisamente difícil. Además, nos fue de gran ayuda tener estos textos paralelos como memoria de traducción ya que facilitó el posterior proceso de traducción (el grado de similitud entres estos y el texto que nos tocaba traducir era muy alto). No obstante, también tuvimos un pequeño problema con OmegaT que nos desajustó las fechas de entrega que habíamos previsto. Hubo un desbarajuste con las etiquetas (tags) en el programa y no nos permitía sacar los documentos finales. Aunque no llegamos a descubrir muy bien por qué las etiquetas de los segmentos origen y destino se habían cambiado, puede que estuviera relacionado con que aceptáramos la opción de la memoria de traducción y que esta contuviera errores (una de las alineaciones no se guardó en formato UTF8). En cualquier caso, superado este contratiempo, logramos tener las tres fases de traducción listas justo a tiempo. El resto de las fases de traducción transcurrieron sin mayores problemas, y aunque fue un tanto estresante compaginar este proyecto con el quinto, el resultado fue notable y estoy muy satisfecho del trabajo realizado. Buena coordinación, buen entendimiento y buen rendimiento. De todos los tutoriales que me tuve tragar en youtube para recordar el funcionamiento de OmegaT, me vino la inspiración de realizar uno propio para explicar cómo se insertan los glosarios terminológicos en .txt dentro de un proyecto de OmegaT. ¡Espero que os sirva! Para el tercer proyecto, uno de los requisitos que tenemos que cumplir es emplear en la medida de lo posible el español neutro (o internacional). Al principio, nos creó un poco de confusión este concepto, que no se trata más que de una variedad del español no marcada por rasgos diatópicos.
El típico ejemplo de coger puede servirnos para entender mejor este concepto. Dado que este verbo no significa lo mismo en el español peninsular y en el español de México, sería más conveniente que en una traducción que va a poder estar disponible para los lectores de todos los países hispanohablantes (como en el caso que nos ocupa, los estatutos de la federación internacional de squash), evitar este tipo de voces. También se sacó a relucir que por mucho que las obras panhispánicas de la Academia hayan ido rebajando progresivamente la supremacía de la que gozaba el español peninsular sobre todas las otras variedades (que no dialectos), a estas aún les queda un gran camino por recorrer hasta lograr que todas las variedades estén a la misma altura . Así pues, es corriente leer en una obra como el Diccionario Panhispánico de Dudas un artículo como el dedicado a la palabra membrecía, que se usa principalmente en los países americanos y se escribe normalmente como *membresía (debido al seseo). No obstante, la RAE considera esta forma incorrecta, puesto que su formación es igual a la de abogado > abogacía o clero > clerecía, e impone, en consecuencia, una grafía que en la península apenas utilizamos. En otras fuente lexicográficas, como en Wordreference, en cambio, se recoge únicamente la voz membresía. Tal vez sea porque en Wordreference prima el argumento del uso sobre el de la etimología. Nos preguntamos si en inglés existe un concepto parecido al de español neutro, algo que a primera vista parece inexistente, dado que se suele hablar en general de American English y British English. A este respecto, hoy he visto un artículo en el The Guardian que explica los roces que existen entre los hablantes de inglés de EEUU y los del Reino Unido. Además, se preguntan cómo deberían escribir en su página web, ya que están abiertos tanto al público inglés como al americano. Me ha hecho mucha gracia ver como un lector recriminaba a la redactora de un artículo haber escrito "Write The Guardian about..." en lugar de la forma británica "Write to The Guardian about...". No me considero un fan de los comentarios de noticias (suelen predominar los extremos), pero creo que los hablantes del inglés tienen una sensibilidad hacia su propio idioma que a nosotros muchas veces nos falta. El artículo terminaba mencionando que ahora los hablantes de Canadá y Australia también exigen que se tengan en cuenta sus particularidades lingüísticas y animan al periódico a que también se debata sobre ellas. Aunque no dan una solución a este embrollo de variedades, el periódico se lo toma con humor y a creado un Tumblr llamado "Translation from English to English". ¡No tiene desperdicio! |